En los últimos años, la dieta cetogénica ha ganado popularidad en el ámbito deportivo. Caracterizada por una ingesta muy baja de carbohidratos y alta en grasas, esta estrategia promete desde la mejora de la composición corporal hasta un aumento en la eficiencia energética.
Sin embargo, cuando se trata de deportistas de alto rendimiento, es esencial analizar si sus efectos son realmente beneficiosos o pueden suponer un riesgo para el rendimiento. En este artículo revisamos la evidencia científica disponible para aclarar estas cuestiones.
La dieta cetogénica induce un estado metabólico llamado cetosis, en el cual el cuerpo utiliza las grasas como principal fuente de energía al haber una restricción severa de carbohidratos (menos de 50 g/día).
Este enfoque se ha utilizado clínicamente para tratar epilepsia y, más recientemente, como estrategia de pérdida de peso.
En deportes de larga duración y baja-moderada intensidad, una mayor capacidad de oxidar grasas puede:
Al reducir la ingesta calórica total o perder masa grasa, algunos atletas pueden beneficiarse en disciplinas donde el peso corporal es un factor importante (deportes de combate, resistencia).
La dieta cetogénica estabiliza los niveles de glucosa e insulina, lo que podría ser ventajoso en atletas con sensibilidad a carbohidratos.
Diversos estudios han encontrado que la dieta cetogénica puede perjudicar el rendimiento en actividades anaeróbicas, como:
Esto se debe a que el glucógeno es el combustible principal para esfuerzos de alta intensidad.
El proceso de adaptación a la cetosis puede generar:
Esto puede afectar negativamente al entrenamiento en fases iniciales.
La restricción de grupos de alimentos puede llevar a carencias de:
Esto puede comprometer la salud a largo plazo si no se planifica adecuadamente.
¿Para qué atletas podría ser útil?
Según la evidencia actual, la dieta cetogénica podría considerarse en:
En deportes de alta intensidad, explosivos o de equipo, los riesgos superan a los beneficios.
Las dietas cetogénicas pueden ofrecer ciertas ventajas en contextos muy concretos dentro del deporte, especialmente en pruebas de resistencia prolongada o en el control del peso corporal. Sin embargo, no son una estrategia universal.
En disciplinas que requieren esfuerzos de alta intensidad y explosividad, las limitaciones superan claramente a los posibles beneficios.
Como en cualquier estrategia nutricional, la clave está en la individualización. Consultar con un especialista en nutrición deportiva es fundamental para evaluar si la dieta cetogénica es adecuada según los objetivos, tipo de deporte y estado de salud del atleta.
Autor
Manu Capitán Doñate
Apasionado de la salud, deporte y rendimiento deportivo.
Formado inicialmente como técnico superior en dietética y nutrición y posteriormente como psicólogo en la Universitat Jaume I. Cuenta con formación específica en psicología del deporte y la actividad física por el colegio oficial de psicólogos de la comunidad valenciana.